Informe Nº47 – Aumento en la tasa de cotización previsional y sus efectos en el mercado laboral: ¿qué nos dice la evidencia?
Juan Bravo
Autor(es): Juan Bravo
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El Informe 47 del OCEC UDP, elaborado por el director de la entidad, Juan Bravo, analizó cómo quedaría tras la aprobación de la reforma previsional la situación de 2 parámetros clave en el sistema de pensiones, la tasa de cotización previsional y la edad legal de pensión, en comparación con la OCDE. Dado que la reforma sólo ajusta la tasa de cotización se hace una revisión de la literatura sobre los efectos qué puede provocar en el mercado laboral.
Los principales aspectos del informe son:
- El aumento de la tasa de cotización para pensiones dejará a Chile por sobre el promedio de la OCDE, bloque de países en el cual, en promedio, este parámetro se ubica en 18,1%. Sin la reforma la tasa de cotización previsional de Chile estaba en torno a 5,4 pp por debajo del promedio OCDE y ahora quedaría 1,6 pp por sobre el promedio. Esta comparación incluye la cotización destinada a pensiones por discapacidad o invalidez, así como los costos administrativos (como la comisión que se debe pagar a la AFP), lo que permite comparar el sacrificio total en términos de remuneraciones para fines de pensión.
- La reforma no realiza ningún ajuste a la edad legal de pensión. Por lo mismo, la situación de Chile no cambiaría en esta materia tras la reforma previsional. Así, mientras en el caso de los hombres la edad legal de pensión en Chile es similar a la observada en promedio en los países OCDE, en el caso de las mujeres está considerablemente por debajo: 3,8 años menos que el promedio de los países OCDE. Además, Chile es uno de los pocos países del bloque en donde siguen existiendo diferencias en la edad legal de pensión por sexo.
- La evidencia empírica tiende a mostrar que las alzas de cotizaciones, en tanto impuestos al trabajo, son traspasadas por el empleador total o parcialmente a los trabajadores vía menores salarios líquidos. Esto da cuenta de que la incidencia legal (quien debe enterar la cotización según la ley) es distinta en la práctica a la incidencia económica (quién realmente soporta la carga del alza de la tasa de cotización). En la práctica, el ajuste en los salarios líquidos se materializa en el tiempo a través de menores reajustes salariales futuros en comparación a un escenario sin reforma y porque las nuevas contrataciones que realicen los empleadores considerarán el nuevo escenario de costos laborales, por ende, ofrecerán salarios que ya internalicen el nuevo escenario de costos laborales.
- El impacto en el empleo formal no es claro, ya que hay efectos contrapuestos. Por una parte, aunque para la mayoría de los trabajadores habrá un ajuste en los salarios líquidos en el mediano plazo, esto no es posible en el caso de los trabajadores que ganan sueldos en torno al salario mínimo, puesto que en estos casos el piso está determinado por ley. Por tanto, en este segmento el alza de la tasa de cotización sí podría generar un efecto pernicioso sobre el empleo formal, pues implicaría un alza de costos laborales no asociado a mayor productividad laboral. Además, el alza de la tasa de cotización puede generar mayor incentivo a evadirla. Sin embargo, estos efectos sólo son parciales, ya que además hay efectos positivos del mayor ahorro previsional sobre la inversión y el stock de capital, lo que aumenta el PIB y con ello, se estimula la creación de empleo formal en el sector privado. El mayor ahorro previsional también tiene un efecto positivo sobre los mercados financieros, lo que también puede estimular positivamente la actividad. La evidencia empírica para Chile es clara en mostrar que un mayor ahorro previsional se asocia a un mayor crecimiento, favoreciendo la generación de empleo asalariado formal en el sector privado, lo que amortigua el efecto negativo generado por el alza del costo laboral.
- Para que opere el efecto amortiguador positivo del mayor ahorro previsional a través de la inversión y el mercado de capitales es crucial que el aporte a las cuentas de capitalización individual comience a partir del primer año. Esto es especialmente relevante toda vez que el empleo asalariado formal en el sector privado se ha debilitado fuertemente en el último año en el segmento de personas con menores niveles educativos -el grupo con mayor prevalencia de trabajadores en torno al salario mínimo y con mayores probabilidades de que la reforma previsional tenga impacto negativo en el empleo formal-.