Brújula Macroeconómica Nº9 – ¿Qué esperar del Presupuesto 2023?

Autor(es): Carolina Molinare Juan Ortiz

Otros autores: Cristóbal Gamboni

Informes

Macroeconomía Política fiscal

VER INVESTIGACIÓN

El informe de coyuntura macroeconómica del OCEC UDP denominado “Brújula Macroeconómica” en esta ocasión abordó la un análisis del Presupuesto 2023. Las principales conclusiones son:

  • Para el Presupuesto 2023, el Ministerio de Hacienda adelantó un crecimiento del gasto de 4% a 5%. Esto implicaría un aceleramiento en la convergencia a balance estructural, con un déficit de hasta 1,5% del PIB, y una deuda bruta que incluso podría quedar levemente bajo el 40% del PIB.
  • En línea con las proyecciones de mercado y con el IPoM, se espera que el escenario macroeconómico del próximo IFP reconozca un mayor crecimiento para 2022, pero una caída más pronunciada en 2023. Esto sumado a la mayor ejecución observada en líneas de ingreso no asociadas al ciclo económico (Rentas de la propiedad, Otros ingresos), llevarían a la autoridad fiscal a presentar para 2022 un leve superávit fiscal. Estimamos que este se encontrará en torno a 0,4% del PIB, y un déficit estructural en torno a 0,7% del PIB.
  • El gasto en 2022 alcanzaría el nivel estimado por Dipres en el IFP del segundo trimestre. Con todo, la composición esperada sería distinta, con una alta subejecución en inversión pública, y una sobre ejecución de gasto corriente, en particular por gasto en personal y prestaciones previsionales.
  • Los parámetros estructurales entregados por los Comités de expertos hacen aumentar el espacio de gasto en 2023, al elevar los ingresos estructurales en torno a US$1.300 millones, en especial por el ajuste en el precio del cobre de referencia de US$3,31 la libra a US$3,74 la libra. Factores como la mayor ejecución 2022 no asociada al ciclo y un tipo de cambio más depreciado respecto a estimaciones previas, también estarían impactando positivamente a los ingresos estructurales el próximo año.
  • Ante el trade-off de acelerar la convergencia a balance estructural o dar un mayor impulso fiscal ante un escenario recesivo, la autoridad estaría optando por un camino intermedio: un aumento del impulso fiscal relevante para un año de crisis, pero una meta estructural menos deficitaria respecto a lo expresado en IFP anteriores.
  • Un crecimiento de la inversión pública en 2023 de 30% respecto a 2021 resulta altamente desafiante, y hay elevados riesgos de que no se concrete, dadas las dificultades en ejecutar gasto de capital que se han observado en lo más reciente. Con todo, un presupuesto más enfocado en inversión pública y en planes de reactivación, a través de apoyo al empleo y a las Pymes, es deseable en un contexto de caída del producto, el consumo y la inversión.
Compartir página