La transición de la juventud a la adultez: mercado laboral y protección ante contingencias

Jose Acuña y Juan Bravo

Autor(es): José Acuña Juan Bravo

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Cambios demográficos Laboral Seguridad Social

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Cuando las personas cumplen la mayoría de edad comienza un camino en el que es posible identificar distintas fases de desarrollo, cada una de las cuales tiene sus propias características. Si bien estos procesos no son homogéneos debido a las múltiples realidades existentes y, por ende, no se cumplen al pie de la letra para todas las personas, sí es posible establecer patrones asociados al ciclo de vida, puesto que ciertos hitos relevantes de la vida necesariamente siguen un determinado orden secuencial.

La etapa de la juventud se caracteriza por la transición desde la escuela (los estudios obligatorios) al primer trabajo o a estudios superiores y en donde se comienza a dejar atrás la dependencia de la familia en términos financieros, de cuidados, etc. Asimismo es la etapa donde se empiezan a sentar las bases para la formación del hogar propio. Esta fase en la vida de las personas tiene alta relevancia pues las decisiones tomadas y los aprendizajes obtenidos en ella afectan las trayectorias laborales futuras.

La transición desde joven a adulto joven implica una serie de cambios en diversos ámbitos de la vida. Entre los adultos jóvenes muchas personas que anteriormente estaban fuera de la fuerza laboral por razones de estudio se incorporan a la fuerza laboral. Esta transición se caracteriza por un aumento progresivo de las responsabilidades, ya sea porque las personas abandonan el hogar en el que se criaron, empiezan a formar familias o tener hijos. Lo anterior, por supuesto, tiene consecuencias sobre las decisiones laborales y, dado ello, sobre la posibilidad de estar protegido ante diversas contingencias de la vida.

Este estudio busca comprender la relación entre la transición de la juventud a la adultez con el mercado laboral y la protección ante contingencias. Para propósitos de este estudio se considera como jóvenes al segmento de la población de 18 a 24 años y como adultos jóvenes al segmento de 25 a 34 años. Los datos revelan que la transición de la juventud a la adultez se caracteriza por varios hitos: mayores compromisos financieros, el ejercicio del rol de proveedor principal del hogar, el tener hijos, dejar de vivir con los padres y contar con su apoyo financiero, la finalización de estudios formales, entre otros.

Los autores agradecen a Cajas de Chile por su compromiso con la protección social y el apoyo para la materialización de este proyecto.

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